Carta de una familia al equipo de Cardiología del Hospital de León
“Nos vamos del hospital con un corazón reparado y un agradecimiento eterno.”
Tras el primer cateterismo, las noticias no fueron las esperadas y se impuso la necesidad de actuar con rapidez. Fue entonces cuando apareció la profesionalidad y la humanidad de un equipo que es referente en España: el Servicio de Cardiología del Hospital de León. Desde ese instante quedó claro que existen “ángeles” que, en este caso, visten de blanco y de verde.
Durante tres semanas en la planta segunda, cada día estuvo acompañado de gestos que marcaron la diferencia: palabras de ánimo, sonrisas sinceras y una dedicación que va más allá de lo estrictamente médico. La gratitud hacia todos los profesionales es inmensa. Al doctor Elio, por su cercanía y esas charlas sobre Valencia que ayudaban a calmar nervios antes del quirófano. Al doctor Villacorta y a su equipo, auténticos “de Champions”. A Carlota, a Laura, a cada enfermera, auxiliar y también al personal de limpieza, porque todos forman parte de un engranaje donde el cuidado humano es tan importante como la técnica.
Gracias a su esfuerzo, lo que comenzó como un susto enorme se ha transformado en una segunda oportunidad. Hoy el corazón de un padre late con fuerza renovada y, en cada latido, late también el recuerdo de quienes lo cuidaron con entrega y humanidad.
Este agradecimiento queda escrito como testimonio de una familia que nunca olvidará lo vivido en el Hospital de León.